El frío ataca con Lo-cu-ra. Dedicado a todos los AMIStosos.

Si me caigo sobre el cielo y vuelo hacia el piso, si me baño con barro y me ensucio con agua, si canto con el cuerpo y bailo con la voz, si siento que esta historia está por cerrarse, antes de haber empezado… ¿Quiere decir que algo está dado vuelta?

Según 1robotciego: “estar dado vuelta es la nueva diversión del momento. Ud. no necesita hacer nada que implique abandonar su cuerpo ni su mente. Simplemente, abstráigase de todo. Siéntase como el viento que no conoce limitaciones. Vuélvase inmaterial. Deje que las cosas se vayan. Y ahora, sueñe.”

¿Será tan fácil? Prefiero no probar la diversión del momento, es que tengo la gran capacidad de convertirlo, rápidamente en “de todo momento”. Aunque, muchísimas gracias, ahora estoy segura de no estar tan invertida. Lo único que sí, creo que tengo saturación de ondas radiactivas, alfas ultravioletas, tetrosfílicas y plutosinácos.

- Disculpen, es que no hay nada más placentero que inventar palabras, y más todavía cuando estás “ida de ondas”.-

Y si, los campos electromagnéticos me andan últimamente detrás, todo el tiempo. Pegaría que por lo menos me dejen esquelitas escondidas por ahí, o bombones… ¿por qué no? Si cada uno de ellos fuera un rayo iluminado, no necesitaría pagar luz. Estaría buenísimo. Pero, pensando mejor, seguro voy a tener que pagar un servicio de “oscuridad” para evitar quedarme ciega.

La semana pasada estuve jugando con ellos y casi perdí un dedo, antes de eso ya se me había caído la mitad de mi cuero cabelludo y, no sé ni cómo, hicieron que vuelva a crecerme. Lastimosamente, en vez de pelo me creció pasto. Dicen que voy a tener mejor suerte. Con tal de zafar, te tiran cualquier verso. La única fortuna que tengo ahora, es que además de los electromagnéticos, me persiguen todos los bovinos de mi barrio. Cosa que no me molesta tampoco. Cada uno vale buena plata, y si no puedo venderlos tendré el freezer bien lleno, durante todo el año, y para todas las festividades. Así, podemos empezar a planear la próxima celebración: El día de la amistad.

Ya tenemos los papelitos preparados. El amigo invisible esta vez va a ser más transparente que nunca. Para eso, invitamos a la Escribana a formar parte del sorteo.

Ehhhmm, licenciada… ¿puedo cambiar de nombre? Dalena-porfis. (Para mí que esta tipa está haciendo trampa.)

Y si, definitivamente, en todos los papelitos decía: ESCRIBANA. ¿De dónde lo que le sacamos a ésta? Dicen que vino con un tractorcito el día de ayer, finalizada la interna del circo municipal. Se contagió de poder, pobrecita. Ahora sólo quiere corromper. ¡Con razón! Ahora entiendo todo. Apenas llegó, mandó la corriente a tierra, y el medidor obviamente dejó de girar. Cuando se conectó usó el IP del vecino y chupó todo su ancho de banda. Pinchó llamadas con su celular, se subió sobre mi muralla, y empezó a capturar señales de todas partes.

Por suerte, es ella ahora la que está “ida de ondas”. Muy pronto pudo seducir a todos los densos radiactivos que no me dejaban en paz. Tengo que confesar, que me puse un poco celosa. Pero con ella están mejor. Por lo menos, tienen más cosas que hacer. Esta mañana ya alteraron todo el Ph del agua de las cañerías. Con una pala y una enorme manguera, la mujer ésta, construyó un gran tajamar con un pequeño motor a presión. Monopolizó todo el líquido vital de la zona, y todos tienen que venir hasta acá a buscar en un frasco. Más no pueden llevar. Tienen que volver y pagar nuevamente.

Y yo que solamente quería festejar el día del amigo. “Para eso luego invitás gente extraña”, me diría mi abuela, que por cierto, hace varios post no la mencionábamos.

¡Claaaaro! Ella está entrenada para venir y poner orden. Vieja caudilla y seccionalera desde los 16 años, es la indicadísima.

Con su cigarro po´i y su garrote en mano, llegó sobre su moto. Su blanca cabellera seguía volando, una vez estacionada. ¡Estaba con todas las pilas!

“Dónde está la loca esa. ¡Qué venga, que se haga ver!”

En eso, el motor de su vespa volvió a sonar. “La loca esa”, salió disparada, sin antes cometer el robo más grande en la historia de mi pobre abu. Pero, afortunadamente todo volvió a la normalidad y para desquitarnos fondeamos la damajuana y sacrificamos al súper toro que era para el día de la amistad.

Entonces, sólo me queda decir adelantadamente: ¡feliz día amissss!

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