¿Y después?

Se podría decir que este espacio se fue a la puta. ¡Pero no! Está todavía. No pasa naada... peroo puedo decir que es nomás esa su onda. Al llamarse "delanaada" se puede esperar cualquier cosa.

Creo que pronto volvemos, no sé. Tuvimos una fuerte discusión desde que la gente empezó a decir que no se entiende naada. Ella me dice: Careta!!... ¿¿¿Y qué gua´u te importa lo que dice la gente?? Y yo digo: y bueno... ¿y porqué no escribo nomás en un ñembo diario personal y ya está?. Y ella me vuelve a decir: Sos una careta, no importa lo que digas.

Por eso estamos así.

Se dice que después de la tormenta viene la calma. Aquí siempre hubo calma. Fue solo "una fuerte discusión". Ahora tendría que venir la ¡¡¡¡¡TORMENTA!!!!!:

SOY UNA CARETA, Y SÍ QUE TE IMPORTA LO QUE YO DIGA: SI YO NO DIGO, VOS NO EXISTíS, AUNQUE SEAS NAADA. Y SI LA GENTE NO ENTIENDE, ES POR TU CULPA. NO PEGA LUEGO NI AHÍ TU LOGO. NI MENOS TU FONDO. ENCIMA TENÉS SOLO 16 SEGUIDORES. Y SI QUERÉS SEGUIR DIVAGANDOTE, DIVAGATE SOLA. YO YA NO ESCRIBO; AHORA ME DEDICO A LA CONTABILIDAD. Y PEGA MUCHO MAS QUE VOS. Y NO TE MATO PORQ GRAN PARTE DE LO QUE SOS; SOY.

Ahora si. Caaaaaaaaaalma. Tiempo mudo. Miradas. Lágrimas. Abrazo. Reconciliación.

Ya! Ahora si.

Bienvenidos a delanaada una vez más después de no sé cuanto. Tal vez volvamos a desaparecer. Pero no sé, es bueno que te acuerdes de nuestra existencia de vez en cuando.

Ahh y para no volver solo con este mambo negro, que como viste tuvo un final feliz: te dejamos con un breve cuento, producto de este amor que renació. Más delanaada que nunca.

"La buena hora que tuvo que haber escrito García Márquez"

Tic-Tac. Tic-Tac. El reloj Leopoldo no puede parar de sonar. Lo único que quiere es detenerse. Necesita ese momento de silencio para pensar en cuantas horas pasaron desde su primer segundo, y para reflexionar profundamente en todos los minutos que ya fueron. Algunos de sus números ya están torcidos y eso le preocupa más. Pensó en retrasarse, así alguien se da cuenta que algo no está bien. Pero está convencido que eso es una bajeza. Y también es lo único que el puede hacer aparte de seguir avanzando. El día que se le acabe la pila podrá parar. Pero sabe que las suyas son de larga duración. Solo le queda esperar. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-T.

Leopoldo cayó. El clavo no aguantó y dejó un agujero en la pared.

Leopoldo paró y nadie sabe si podrá reflexionar como quería; si volverá, o se reencarnará.